MercadoLibre es la mayor plataforma de comercio electrónico de Latinoamérica y realiza operaciones en 13 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, Portugal, la República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Se trata de un entorno sólido de compraventa por Internet que usan más de 550 millones de personas, con los desafíos culturales y geográficos que ello supone. La empresa ofrece seis servicios de comercio electrónico integrados: MercadoLibre Marketplace, MercadoLibre Clasificados, la solución de pago MercadoPago, el programa publicitario MercadoLibre, la solución para tiendas virtuales MercadoShops y el servicio de expedición MercadoEnvíos. Su principal accionista es eBay, propietario de un 18,40 % del capital.
Una apuesta por el crecimiento sostenido basada en la escalabilidad, la disponibilidad y el rendimiento
Todos los meses, más de un millón de usuarios emplean la plataforma de software patentada de MercadoLibre para buscar artículos, ofertar por ellos, comprarlos y pagarlos. MercadoLibre ya es la principal empresa de comercio electrónico de Latinoamérica, pero sigue creciendo a un ritmo muy rápido. Para los equipos responsables de las numerosas aplicaciones en las que se basa el negocio, esta expansión no está exenta de dificultades.
Aunque MercadoLibre empezó siendo una plataforma única, con el tiempo sus aplicaciones y su infraestructura se descentralizaron. Ahora, cada equipo es responsable de sus propias aplicaciones, lo que significa que está a cargo de la infraestructura, del código y del personal de TI. Por ejemplo, en la unidad MercadoPago hay 500 ingenieros que se ocupan de crear y mantener el código del sistema de pago de la empresa. A consecuencia de esta descentralización, MercadoLibre es más ágil. Por sí sola, la unidad MercadoPago realiza implementaciones varias veces al día, lo que equivale a cientos por semana.
Si bien este enfoque descentralizado acelera los plazos de comercialización, las aplicaciones no siempre rendían lo suficiente como para afrontar un crecimiento tan rápido. “Teníamos cada vez más problemas relacionados con la escalabilidad, el rendimiento y el tiempo de inactividad —cuenta Hernán Di Chello, director de desarrollo de productos de la unidad MercadoPago—. En las operaciones de pago, es fundamental respetar los acuerdos de nivel de servicio y satisfacer a todas las partes”. Di Chello decidió que su equipo necesitaba una herramienta capaz de detectar y resolver con rapidez los problemas de rendimiento.
Matias Kusznir, líder técnico de control de calidad de MercadoLibre, también había notado que la falta de datos sobre el rendimiento de las aplicaciones dificultaba el trabajo de su equipo. “Necesitábamos estar mejor informados sobre las tasas de error, el rendimiento de las aplicaciones y la experiencia de los clientes al usar nuestros servicios”, explica Kusznir.